martes, 16 de diciembre de 2014

IMPORTANCIA DEL TAMASHIWARA

EL KARATE SIN ROMPIMIENTO ES COMO UN ARBOL SIN FRUTOS…

Mass Oyama


Introducción

     Los golpes (Atemis y oshi atemis), son tan importantes para la Defensa Personal como las piernas para andar... sin las técnicas de Ate Waza (golpes) la Defensa Personal es un sistema mutilado...
     La vida ha demostrado que las primeras acciones en la pelea callejera, comienzan con un empujón o con un golpe, casi siempre a la cara, aunque luego la pelea termine en el suelo.
    Muchas veces, en esta primera fase de intercambio de golpes, no sólo se determina el ganador, sino el que queda en segundo lugar.

   El presente trabajo trata concretamente de los atemi waza y su utilidad en la defensa personal.
   En primer lugar hay que definir los campos en que se desarrollan los conflictos y enfrentamientos, que de acuerdo a la defensa personal cubana, se dividen en:
a)    Situación normal
b)   Situación de alerta
c)    Situación de peligro
d)   Situación de alto riesgo
Para lo cual hay varias defensas situacionales:
a)    Defensa proporcional
b)   Defensa Intensa
c)    Defensa extrema

     Se parte de la base, que en una situación  de “peligro”, requiere de una respuesta “intensa” y una situación de “alto riesgo” requiere en la mayoría de los casos de una “respuesta extrema”.
    A su vez la respuesta proporcional puede ser por exceso y por defecto y los daños provocados por los golpes de karate pueden provocar:
    Daños reversibles visibles y daños reversibles invisibles
    Daños irreversibles visibles y daños irreversibles invisibles

    El dominio de los golpes – atemis -  en la Defensa Personal, es tan importante como lo es para el resto de las Artes Marciales y  Deportes de Contacto.
   Hay expertos que asocian la Defensa Personal con llaves, trucos y mañas, los que están muy lejos de la verdadera esencia, concepción  y objetivos de lo que es un  "Sistema Integral" de defensa personal, caracterizado por principios, fundamentos básicos y conceptos técnicos.
   Es también habitual, omitir la importancia del entrenamiento de los Atemi Waza, a través de los ejercicios del Tamashiwara, (rompimiento), por los falsos criterios existentes al respecto ya que es frecuente oir que los entrenamientos con el makiwara.

¡Que si crea traumatismo!
          ¡Si anquilosa las manos!
          ¡Si se pierde presión en las articulaciones!
          ¡Si es un entrenamiento anticuado!
          ¡Que ha perdido vigencia y actualidad!
          ¡Que ya no vale en el mundo civilizado!

     Y no se sabe cuantas justificaciones más para evitar el sufrimiento que implica un entrenamiento con el makiwara, cuando realmente es todo lo contrario...

    El tamashiwara, es una asignatura obligatoria del sistema cubano de defensa personal  Kansen Ryu y básico en el Karate Operativo, es la única forma de que el combatiente demuestra su capacidad letal y su potencia de pegada, rompiendo tablas, ladrillos y tejas entre otras pruebas; de esta forma simbólica es como si estuviera golpeando al cuerpo  del adversario.

    Los ejercicios de Tamashiwara (Rompimiento),  forman parte del programa del Karate Jutsu tradicional de las unidades especiales y operativas de la década del 70 y de las escuelas de karate tradicional, sobre todo del Kansen Ryu,  que ha dado vitalidad a estos sistemas actuales de defensa personal con la incorporación de nuevos ejercicios, de forma sistémica y escalonada de acuerdo a su grado de complejidad técnica.

   Muchas de las formas de entrenamiento del actual sistema cubano de defensa personal “Kansen Ryu”, provienen del estilo tradicional de Karate Jutsu, de la rama Shorin ryu.
   Estos ejercicios, están concebidos y organizados por su nivel de complejidad técnica, dividiéndose en diferentes campos de aplicación.

   Aunque corresponden a lo más tradicional de las artes marciales, no por ello, consideramos que han perdido su vigencia e importancia en la formación del artista marcial y principalmente del que aspire a convertirse en un experto en Karate Operativo, ó especialista en el sistema  de defensa personal  Kansen Ryu o porque esté directamente vinculado al trabajo operativo y policial.   


                          

  Foto: Mano entrenada con el makiwara comparada con otra mano normal.


El Maestro Raúl Rizo (I), el Maestro Pablo Silvente en el centro y el entonces Instructor José Cuspinera (D) Reconocimiento por el día del Maestro. Jardín Botánico. C. Habana. Mejor Instructor del año

La  práctica del tamashiwara, depende más del conocimiento de la física, de la cultura y capacidad del profesor que de la época moderna en que vivimos, pues el hecho que vivamos en una sociedad civilizada, no niega la gran utilidad del endurecimiento de las manos, codos, frente, dedos, piernas, rodillas, empeines, tibias y partes con que se golpea incluyendo la cabeza.

    En Kick boxing y Full Contact, incluso en el boxeo, se realizan ejercicios de endurecimiento contra el saco, que es equivalente al tamashiwara, pero de menor consistencia.


 “Es preferible tener callos en los nudillos que callos en la mente”, generalmente hay quien no tiene callos en los nudillos pero tiene la mente anquilosada de callos y de piedras”.
    No es contradictorio tampoco al menos, practicar los ejercicios rectores  del programa de Tamashiwara, para reafirmar los principios fundamentales aplicados a la Defensa Personal y entrenar el endurecimiento de las articulaciones con formas menos perjudiciales para la salud, siempre que se respeten los principios que rigen estos  entrenamientos, porque lo que realmente hace daño es el mal método de entrenamiento en cualquier disciplina y deporte, no el entrenamiento en sí.

   Un atleta corriendo puede tener una mala pisada y lesionarse el tobillo, no por ello se puede afirmar que el jogging es perjudicial para la salud ni para los tobillos.

    En el caso concreto del tamashiwara, hay un factor determinante en el éxito del ejercicio y es el papel que juega el “Uke” (quien soporta la tabla), ya que si la mueve ligeramente por la respiración, lo más probable es que haya un accidente.

          Por otra parte,  no es imprescindible dominar todos los ejercicios del programa de tamashiwara, solamente los fundamentales hasta el grado de cinto negro.


Tampoco se requiere  entrenar con el makiwara en posición de pie o con una determinada postura de Karate, como se hacía en la época medieval, cuando se puede entrenar en posiciones más cómodas y menos traumáticas para las articulaciones del practicante.


     El problema del makiwara radica en el correcto método de entrenamiento, ya que se trata de miles de golpes, con miles de impactos sobre un objeto contundente, si uno de cada mil se ejecuta mal, la fuerza de reacción que penetran en nuestro cuerpo a través de las articulaciones hace un daño interno letal,  por eso, adoptando una correcta postura y ejecutando correctamente la técnica, se disminuye en gran medida estos efectos “perjudiciales”.

   En el pasado, los maestros construían los makiwaras, con paja prensada de arroz enrollado alrededor del tronco colocado verticalmente en el suelo y sujeto con una cuerda colocada en espiral que cubría toda la superficie del tablero.

   Por esta razón se le llama “Makiwara”, que significa tronco de madera cubierto con esterillas de paja de arroz y enrollado con cuerdas y que al recibir el impacto del golpe, amortiguan el impacto,   “cedían”  con una elongación, absorbiendo la fuerza del impacto, lo que significa que el entrenamiento estaba basado en principios puramente  físicos.


El método tradicional parte de una posición estable, cómoda en Tachi, usando la paja de arroz, porque se decía que servía de antiséptico a los nudillos sangrantes y sobre la piel machacada y porque además ayudaba a endurecer y cicatrizar las partes lesionadas. 


El Maestro Cuspinera,     rompiendo un ladrillo con Uraken, apoyado sobre dos bloques. Estos bloques posteriormente había que romperlos con tetsui (golpe de martillo), con Shuto y con  Kakato, dentro de las pruebas  de rompimiento en  el programa de  fuerza.

En la década del 70, los nudillos sangrantes, se curaban con vinagre, sal y un poco de alcohol tanino, usado actualmente por el Maestro Cuspinera. El Tanino, es una sustancia del plátano verde que ayuda a la cicatrización y endurecimiento de la piel. Si no encuentra en tanino al 90% en la farmacia, con una cáscara de plátano verde es suficiente.



K A N S E N   R Y U
Por: José F. Cuspinera Navarro          


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