La caída (ukemi) es
vital en los nage waza
La vida útil de un
competidor es relativamente corta, esto no quiere decir, que la vida
de un artista marcial, concluye con la etapa de la competición, es
más bien una fase, pues aun le quedan otras alternativas y sobre
todo mucho que aportar al desarrollo de la disciplina que practica,
ya sea en calidad de árbitro, de Monitor, de Profesor, de Maestro,
de Entrenador e incluso escribiendo y transmitiendo sus memorias y
experiencias, lo que le llevará seguramente toda la vida.
Para ello, tiene que
gustar lo que hace y ante todo actuar como un profesional de las
artes marciales, dentro y fuera del tatami, pues el Maestro es un
modelo social, sobre el cual recaen muchas vistas, sobre todo la de
sus alumnos y seguidores.
La mayor
responsabilidad de un artista marcial, cualquiera sea la disciplina
que enseñe, es la de ser “Educador”, pues su influencia sobre el
colectivo, puede formar o deformar a sus seguidores, su
comportamiento, actitud personal y social, la metodología empleada,
el nivel de expresión, cultura y comunicación muchas veces
determina la cualidad de cada uno.
El trabajo de un
Maestro de artes marciales, es hasta cierto punto ingrato
socialmente, no recibe el mismo reconocimiento social, que otras
actividades laborales e incluso es peor remunerado.
Un cinturón negro,
competidor ó no, pero activo en la disciplina, no necesariamente por
haber alcanzado un cinto negro, se convierte en Profesor, ya que
requiere de otros conocimientos sobre sociología, pedagogía,
psicología, comunicación, metodología, etc que no lo adquiere en
su vida competitiva ni en el proceso de aprendizaje como atleta.
Para ello, debe superar
un curso de Monitor, Entrenador ó de Profesor, que le facultará la
capacidad requerida para impartir enseñanza, porque ser Profesor,
constituye una categoría docente tan importante como de cualquier
otra materia, cuando se dedica de manera profesional a la enseñanza
general o especializada en determinada área del conocimiento.
En artes marciales, el
método empleado es fundamental, pero el ejemplo personal es
determinante, ya que junto a la enseñanza, está implícita la
transmisión de valores, el reforzamiento emocional, una actitud
psíquica, transmisión de conocimientos, experiencias, vivencias y
la principal responsabilidad pedagógica de enseñar a través de
métodos que faciliten el proceso de aprendizaje del alumno de la
mejor manera posible.
Además, el profesor
aprende enseñando mucha más que de alumno…aprende pedagogía,
metodología, perfecciona el lenguaje, reafirma el conocimiento,
trata de innovar, para que los alumnos aprendan lo mejor posible,
pues en la actitud y comportamiento del alumno, ve reflejada la
imagen del profesor.
Un profesor debe
establecer la mejor relación profesor-alumno, ganarse su confianza,
que inspira en el alumno cierta sensación de seguridad y confianza
sobre todo que lo que aprende es lo correcto.
Un profesor de artes
marciales, no necesariamente, tiene que haber pasado por una etapa de
alta competición ni un competidor de élite, pero si consideramos
que tiene que haber intervenido en competencias para adquirir esa
experiencia que solo se obtiene en esta etapa, de tal manera que le
permita transmitir las sensaciones adquiridas en esta etapa de su
vida activa.
En cualquier caso, el
profesor de artes marciales, es el único trabajador que disfruta lo
que hace, ganarse la vida a través de lo que ama, un oficio poco
reconocido y poco remunerado.
Los padres, atienden
a sus hijos a tiempo completo, los educan y transmiten valores
durante la vida, en frecuentes ocasiones, el niño desobedece, grita,
manifiesta rebeldía, indisciplina, intolerancia, irresponsabilidad,
etc, sin embargo un profesor de artes marciales, tiene a sus alumnos
parcialmente, durante unas horas a la semana, y tiene que ser capaz
no solo de transmitirle conocimiento, sino también ejemplo,
educación, valores, disciplina, buen comportamiento, nuevos hábitos,
relaciones humanas, sociabilizarse, compartir en equipo, saber ganar,
saber perder, respetar al perdedor, ayudar al menos aventajado, etc
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