DOMINIO DE LAS TÉCNICAS RECTORAS
Dominando las técnicas rectoras, es
posible determinar las técnicas afines y crear las combinaciones y
encadenamientos de la defensa personal a la medida, según la
morfología de cada persona, edad, peso, tamaño y sexo.
Aunque
metodológicamente, del grupo de técnicas afines, se determina la
“técnica
rectora”
que es aquella que más características reúne y la que puede
representar al resto de técnicas de la familia, en otras palabras
“la técnica estrella”, en la práctica, lo primero que se
entrena y aprende es a dominar “la
técnica rectora”.
Este
concepto presupone
el principio de creatividad,
con similar aplicación que los movimientos de las piezas del
ajedrez, juego en el que aprendemos el movimiento de cada una: peón,
torre, alfil, caballo, reina, rey y torre, pero en la práctica y de
acuerdo a las circunstancias, a la estrategia del ataque, a la
técnica utilizada por el contrario, debemos utilizar la “pieza”
adecuada en el movimiento adecuado, para finalmente neutralizar al
agresor de su ataque y concluir el juego con la fase de remate al
“rey”.
En
conclusión, la técnica también debe aplicarse a los diferentes
adversarios según el siguiente principio, recogido en la metodología
creativa del sistema de defensa personal Kansen Ryu, considerando
que los adversarios pueden clasificarse en términos genéricos, en
tres categorías.
Adversarios más grandes, fuertes y
de mayor peso
Adversarios de igual tamaño, peso y
preparación física
Adversarios de menor tamaño, peso y
menor entrenamiento físico.
Ello
indica que las técnicas tienen que adaptarse a las características
del Tori como del Uke, pues no tiene sentido que un enano de 1.5
metros de altura, aplique un uchi mata a un oponente de 1.90 de
altura.
Los
movimientos naturales del cuerpo, constituyen los ejercicios básicos
para el estudio de cada técnica y que deben aplicarse tanto para el
ataque, como para la defensa (principio del Tahien jutsu).
Técnicas
rectoras:
De
todas las técnicas de la misma familia ó grupo, hay una técnica
que reúne casi todas o todas las características de las técnicas
afines.
A
esta técnica se la denomina Técnica
Rectora.
Con
tan sólo dominar la técnica rectora, podrán deducirse y aprenderse
con mayor facilidad las técnicas afines, que constituyen pequeñas
variantes o transformaciones de la técnica rectora.
A partir del estudio de la técnica
rectora de las diferentes familias de técnicas afines, se proyectan
un conjunto de combinaciones y posibilidades en la defensa personal y
la interrelación con técnicas de otros campos de aplicación:
Kansetsu, Jime waza, Atemi, etcétera.
Ejemplo
de técnica rectora:
Ashi waza: O
soto gari (cegado
exterior de la pierna).
Koshi
waza: O
goshi
(otros maestros prefieren el Uki goshi).
Técnicas
afines:
Son
aquellas técnicas que, teniendo similar comportamiento, formas de
expresión y desarrollo, similares principios técnicos y físicos,
pueden agruparse en una misma familia ó grupo.
Las técnicas afines se realizan en
un semiplano (por delante o por detrás) y tienen una técnica
similar o de reflejo en el plano opuesto.
Ashi
waza:
Del O soto gari se desprenden decenas de técnicas afines o variantes
sobre el mismo principio
y fundamento técnico.
Rectoras Afines
O
soto otoshi.
Ashi
makikomi O soto guruma.
O
soto gari Ashi
makikomi.
O gaiteki gari.
Mage otoshi
Tenshi
gari nage, etc.
Tsuri goshi.
Koshi
guruma Uwate goshi
Mimi
goshi Kubi nage.
O
goshi Uki
goshi.
Kami
goshi.
Nicho
goshi.
Koshi
nage Obi goshi.
Aita goshi,
etc
Por. José F.
Cuspinera Navarro
Maestro.
C.N. 8º Dan
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